Cloud computing
Cuando hablamos de que, después de la crisis, aparecerán nuevas empresas con nuevas actividades y nuevos modelos de empresa, no podemos saber cuáles serán exactamente esas empresas ni cuáles sus productos o servicios. Pero sí puede ser interesante imaginar posibles vía para el desarrollo de esas empresas.
Y una de esas vías es el "cloud computing" (procesamiento "en la nube"). Se trata del concepto según el cual ni las aplicaciones ni los datos residen ya en nuestro ordenador local sino que se encuentran en
servidores remotos accesibles a través de la red. En algunos casos, este concepto nos resulta ya muy familiar. Cuando usamos correos electrónicos como gmail, hotmail o yahoo, eso es "cloud computing". En todos ellos, accedemos al correo electrónico a través de una página de Internet y nuestros correos se encuentran en la red. La alternativa "clásica" o tradicional es tener un programa de correo electrónico en nuestro ordenador, el más conocido de los cuales es Outlook.
Las ventajas del "cloud computing" son bastante evidentes. Podemos acceder a nuestra información y trabajar desde cualquier terminal conectado a Internet, ya sea un ordenador de sobremesa, un portátil o una PDA. No necesitamos adquirir ningún programa (ni lo pagamos) ni necesitamos grandes cantidades de memoria para alojarlo, ni tenemos averías ni problemas con él. Esencialmente, puedo acceder a mi correo reciente y a mis mensajes almacenados desde el trabajo, desde mi domicilio o desde el lugar más remoto en que esté pasando mis vacaciones sin ninguna limitación.
Los inconvenientes? esencialmente que nuestros datos están la red y no, en "casa" (es decir, en nuestros servidores o en el disco duro de nuestro PC). Y eso puede significar un riesgo de perder los datos (aunque ese riesgo también existe teniendo los datos en nuestros propios equipos) o de que caigan en manos indeseables o que se haga un uso indebido o no autorizado de ellos.
Es obvio, a la vista de la masiva difusión de las 3 aplicaciones mencionadas -gmail, yahoo y hotmail- que, para los usuarios, las ventajas superan
con mucho a los inconvenientes citados.
Más allá del correo electrónico, Google -a quien pertenece Gmail-, tiene operativo un amplio catálogo de aplicaciones on-line, empezando por "Documents", un paquete ofimático completo que es una alternativa a Microsoft Office y al Open Office de software libre.
No obstante, lo que nos interesa ahora es imaginar las enormes posibilidades que abre este concepto una vez que empecemos a aplicarlo a usos profesionales sectoriales y no sólo a usos de propósito general. Permitirà dar todo tipo de servicios on-line a todo el mundo desde cualquier punto del globo terrestre. Facilitará que una ingeniería muy especializada, por pequeña que sea, por ejemplo, en el desarrollo de sistemas de seguridad de frenado en coches, puedan ofrecer sus servicios a todos los fabricantes de automóviles del mundo y a sus proveedores. O bien, que un despacho de abogados especializado en propiedad intelectual internacional pueda desarrollar fácilmente una red global de colaboradores expertos a partir del conocimiento centralizado o que un grupo de microconsultoras de distintos países se asocien para ofrecer servicios globales de alta calidad o....seguro que cada uno es capaz de añadir ejemplos según el sector en que se mueva.
Ya sabéis, no podemos imaginar cuáles serán esas empresas pero lo importante es que, en el nuevo paradigma de la sociedad global del conocimiento, pueden surgir y desarrollarse en cualquiera de nuestras ciudades. Y para ello, tenemos la obligación de proporcionar la infraestrucura necesaria -fibra óptica, centros de conocimiento y tecnológicos, incubadoras de empresas, polígonos de actividades económicas, parques tecnológicos y una promoción de la cultura de la innovación y emprendedora- para que nuestros emprendedores creen y desarrollen sus empresas de futuro en nuestras ciudades y territorios.