El enfoque territorial del desarrollo
En un reciente tweet, Marco Mathus decía "Sobre la visión errónea del enfoque territorial, @Rimisp acertadamente comenta: lo territorial NO es la sumatoria de políticas sectoriales enfocadas en un territorio y esto modifica totalmente la forma de actuar en el territorio".(Nota: Rimisp es el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural).
No puedo estar más de acuerdo y por eso, con permiso de Marco, voy a reflexionar hoy acerca de este asunto.
Enfoque territorial vs. enfoque sectorial
El enfoque sectorial es el que adoptan, quizá sin tener conciencia de ello, muchos planes de desarrollo llamados locales, regionales o territoriales. Se trata de esos planes cuya definición se pone
La suma de esfuerzos con el desarrollo territorial
en marcha sin haber definido, previamente, una visión del futuro deseado para el territorio más allá del consabido "queremos un territorio/ciudad competitivo, inclusivo, sin pobreza, sostenible, respetuoso de sus tradiciones, seguro, etc.".
En efecto, iniciar así un plan de desarrollo para una ciudad o territorio es asegurar que lo que vamos a tener es una yuxtaposición de políticas sectoriales sin relación entre ellas. Es decir, vamos a obtener un conjunto de planes sectoriales pero no, un plan de desarrollo integral del territorio. Y esto será así porque no les damos a los distintos sectores ningún criterio común de desarrollo territorial para orientar su trabajo.
Un ejemplo clarificador
A menudo cito en mis talleres y conferencias la consulta que me hizo el Secretario de Infraestructuras de un Estado mexicano que había recibido de su Gobernador el encargo de definir el plan de actuación en infraestructuras para su periodo de gobierno. El Secretario no sabía por dónde empezar.
Le pregunté que cuáles eran los criterios que el Gobernador les había dado a sus Secretarios para definir ese Plan. Su respuesta fue clara. Efectivamente, el Gobernador les había dado 3 criterios: mejorar la educación, reducir la violencia e incrementar la competitividad de las empresas. Como podéis comprobar, se trata de criterios del estilo de los que os he comentado al principio de este artículo y no aportan nada como punto de partida de un plan de desarrollo (o territorial o estratégico o de gobierno, sea cual sea la denominación que utilicemos).
El Secretario no sabía cómo definir el Plan pero, desde luego, no era por incompetencia. Al contrario, era muy honesto y deseaba encontrar respuestas para cumplir con su tarea de la mejor manera posible. La realidad era que no disponía de los criterios necesarios para llevar a cabo la misión que se le había encomendado.
En ese punto le pregunté si sabría por dónde empezar con su labor si el Gobernador le hubiera dicho que quería que su Estado se consolidara como el primer exportador de flores del país. Su respuesta fue fulminante: "¡Claro! ¡entonces, sí sabría hacia dónde avanzar!"
Necesitamos un objetivo de futuro para el territorio
Yo no había hecho más que sugerirle un posible OBJETIVO DE TERRITORIO, PARA EL TERRITORIO. Un objetivo no relacionado específicamente con las infraestructuras pero que, obviamente, sí ofrece pautas claras para ese sector. Además, también da criterios a los distintos sectores locales para definir sus propios planes sectoriales. Es un objetivo para el territorio; es decir, para que lo apliquen todos sus sectores, instituciones y pobladores.
En efecto, no solo representa una indicación para las infraestructuras sino también para el sector económico, el sector educativo e investigador y el avance hacia ese logro también va a tener un reflejo positivo en el objetivo de reducción de la violencia al incrementar la prosperidad del territorio. Este ejemplo se encuentra bastante más desarrollado en mi reciente libro "Desarrollo Local y Territorial, una Guía para Políticos y Técnicos" pero creo que ha quedado clara la idea: es preceptivo definir un objetivo para el territorio si queremos desarrollarlo de forma integral.
Por otra parte, también hemos visto que el objetivo no debe ser genérico y aplicable a cualquier territorio sino que, al contrario, debe representar una apuesta por una singularidad estratégica de ese territorio.
Sin un objetivo compartido por el conjunto de actores territoriales como el que le sugerí a mi contertulio, el resultado del trabajo de los diversos Secretarios de ese Gobierno no iba a pasar de ser "una yuxtaposición de políticas sectoriales" sin ninguna sinergia entre ellas.
Sin estrategia territorial se dispersan los esfuerzos
Una auténtica política territorial consigue generar sinergias cruzadas entre sectores -es decir que las distintas actuaciones de cada sector refuerzan a las de los demás sectores- así como también entre los distintos actores territoriales quienes también suman sus esfuerzos en pos del mismo objetivo.
Un verdadero enfoque territorial del desarrollo debe tener como resultado el que, todas y cada una de las políticas sectoriales que incluye, contribuyan a que el territorio avance en una misma dirección.
Al contrario, la simple yuxtaposición de políticas sectoriales -desarrollo económico, urbanismo, seguridad, cultura, educación,.....- no produce un plan de desarrollo integral. Solo produce un documento que contiene múltiples políticas definidas independientemente, y que, al no compartir ningún criterio común y propio del territorio, no son capaces de transformarlo ni de hacerle avanzar en ninguna dirección concreta.
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Dicho de otra forma, para que los distintos sectores sean capaces de colaborar y de generar esas sinergias entre ellos, es imprescindible que compartan un mismo objetivo. Y eso se consigue mediante una estrategia territorial; es decir, a partir de compartir un mismo objetivo para el territorio común a todos ellos.
Conclusiones
El enfoque territorial del desarrollo es el que consigue que las distintas políticas sectoriales se orienten a un objetivo común y específico de ese territorio.
También consigue sumar los esfuerzos y los recursos del conjunto de los actores de la sociedad en pos de ese mismo objetivo común y específico local.
El elemento imprescindible para aunar las voluntades y los esfuerzos de los diversos sectores y actores locales es la definición previa y conjunta de una visión general del futuro al que aspira el territorio.
Una vez el territorio se ha dotado de esa visión compartida del futuro, será cuando disponga del elemento clave que le permita empezar a definir los distintos planes sectoriales que, ahora sí, confluirán en una misma dirección.
Otra cosa es ¿Cómo llevar a la práctica la definición de un objetivo territorial que sea asumido como propio por todos los actores locales? Sería bastante más largo de contar y es, precisamente, la misión que cumplo para mis clientes, ciudades y regiones. Pueden encontrar información sobre ello en mi página web y, por supuesto, estoy a su disposición para hablar de su caso concreto.