Generando emprendedores en nuestra ciudad. Conclusiones y aprendizajes (y 2)

Ésta es la segunda parte del texto sobre el desarrollo de un plan de promoción de los emprendedores en una ciudad. Podéis leer también la primera parte y acceder a la presentación que expuse en el Foro Mundial de Agencias de Desarrollo Local de Sevilla en Octubre de 2011.

Después de 8 años de trabajo continuado en la promoción de la emprendeduría (2003-2011) según el plan explicado en el post anterior, hemos aprendido algunas cosas y alcanzado conclusiones que pueden ser de interés para quien quiera desarrollar un proceso similar en su territorio. Son importantes todos los puntos por sí mismos pero también porque son complementarios y dependen unos de otros. Aquí las tenéis:

1) El tiempo. El desarrollo de un proyecto para impulsar la emprendeduría requiere tiempo. ¡Años!. El proceso de hacer aflorar nuevos emprendedores hasta que crean y consolidan sus empresas es largo por sí solo. Pero además se requiere provocar, en paralelo, un cambio cultural de la sociedad local que también necesita años para producirse de forma consistente y permanente.

2) La  continuidad en la acción. Como consecuencia del punto anterior, las actuaciones deben mantenerse en el tiempo si se quieren obtener resultados. Éste puede ser un punto complicado si no se asegura la continuidad de las actuaciones más allá de los ciclos electorales y los posibles cambios de gobierno local.

3) El dinero. Un proyecto como éste NO requiere grandes cantidades de recursos. No se trata tanto de invertir mucho dinero como de invertir tiempo, dedicación, reflexión, relaciones con los agentes locales,.... Es, por lo tanto, un proyecto al alcance de cualquier comunidad que tenga la voluntad de desarrollarlo.

4) El liderazgo. Otra condición imprescindible. Sin un liderazgo fuerte que arrastre al resto de participantes, difícilmente se llevará a cabo un proyecto consistente. Sin este liderazgo, se pueden desarrollar, sin duda, acciones dispersas, pero nunca se llegará a implementar un proyecto integral que es el único que generará resultados contrastables en el medio y largo plazo.

5) La colaboración. Si bien el liderazgo puede ser llevado por una persona o una institución, habréis notado en la descripción de las distintas acciones la importancia decisiva de la colaboración con distintos agentes locales. La colaboración es necesaria porque a) permite sumar recursos (capacidades, conocimientos, esfuerzos, etc.) pero también b) porque la implicación de diferentes agentes nos aporta mayor penetración del proyecto en diversos ámbitos de la sociedad, factor esencial para completar el cambio de cultura social del que hemos hablado.

6) Es importante notar que el plan consta de acciones no muy espectaculares aunque efectivas cada una de ellas en la parte del proyecto que cubre. Como se ve, tampoco requieren grandes inversiones, excepto la inversión en obras que se pueda necesitar para las incubadoras. Por lo tanto, el plan es fácilmente realizable siempre que se aporten los demás ingredientes ya citados: liderazgo, voluntad, colaboración, tiempo, continuidad.

Aquí  lo dejo y, por supuesto, queda abierto a vuestros comentarios.

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