La Smart City bottom-up: Datos y participación social
En mi post anterior, os hablaba de las dos caras de la Smart City: por un lado, la que se construye desde las empresas proveedoras y las autoridades locales y, por otra, la que se construye desde la ciudadanía, emprendedores y empresas locales; la que se construye de arriba abajo y la que se desarrolla de abajo arriba o bottom-up, en inglés.
De la que se construye desde abajo hacia arriba, se suele hablar citando el Open Data -los datos que la administración abre para su uso libre por el público- o la necesidad de participación de los ciudadanos para
Drakcelona
transformar la ciudad. Sin embargo, es más difícil ofrecer ejemplos concretos de lo que se quiere decir o cómo se materializa esa otra Smart City. Ello se debe a que es un proceso que se encuentra, apenas, en sus primeros balbuceos. Por mi parte, voy a intentar daros pistas aportando algunos ejemplos acerca de lo que estamos hablando.
Os propongo una lista de ejemplos en que los smartphones combinados con datos aportan valor a la ciudad y mejoras a la vida de sus ciudadanos. Algunas de estas aplicaciones son al viejo estilo de gobierno, elaboradas por las municipalidades que desean avanzar hacia la smart city. Pero vereis que las que aportan valor al ciudadano son las desarrolladas por hackers (en el sentido de desarrollador libre de aplicaciones) o empresas a partir de los datos públicos puestos a disposición por las administraciones. Por supuesto, estas aplicaciones no le han costado nada al presupuesto público.
Los municipios tienen un rol, en este apartado de las apps, que es el de estimular su aparición mediante la puesta a disposición del público de los datos para que sea la sociedad la que encuentre nuevos usos. Como decía un ponente que oí recientemente, el papel de la administración es más el de una tienda de aplicaciones que el de desarrollar esas aplicaciones.
Esta idea entronca con el concepto de "innovación abierta" que consiste en que las empresas -en el caso que nos ocupa sería la ciudad- innovan a partir de las aportaciones de su entorno, clientes, proveedores y competidores. La Smart City necesita innovar y quien va a hacerlo va a ser la gente que la habita, que tiene necesidades y que va a ver la forma de satisfacer parte de esas necesidades mediante la elaboración de los datos que la administración pone a su disposición.
La filosofía de esta vertiente de la SC es que van a ser muchas pequeñas aportaciones las que acabarán modificando drásticamente el funcionamiento de la ciudad. Y esa modificación será profunda porque los ciudadanos van a poner de su parte en múltiples acciones de su día a día. Donde ahora se deja el devenir de la ciudad casi exclusivamente en manos de la administración a la que se exige que resuelva cualquier pequeño incidente, van a ser los ciudadanos quienes, cada vez más, van a asumir pequeñas cuotas de actuación a favor del colectivo.
On The BusEste artículo tiene su mejor colofón con la lista de iniciativas en esa línea que os brindo a continuación. Un primer bloque es de aplicaciones de Barcelona y su área de influencia, el segundo, con ejemplos de USA y concluyo con unos experimentos desarrollados en distintos países del mundo por el Mobile Experience Lab del MIT.
Onthebus Transporte Público (pronúnciese "Andevas?"). Aplicación móvil que guía a cualquier persona por la ciudad a partir de la información disponible públicamente. Diseñada en la Uiversidad Autónoma de Barcelona para guiar también a personas con limitaciones funcionales: visual, cognitiva, auditiva o de movilidad.
Próximo Bus Barcelona, con un título muy expresivo, esta aplicación mereció una denuncia de los transportes públicos de Barcelona porque su calidad era muy superior a la de la propia aplicación de la entidad pública. Una denuncia que no fue a más puesto que la aplicación utilizaba datos públicos. Esa reacción es también un ejemplo de la actitud que no debe mantener la administración ante un ciudadano, en este caso, que presta un servicio a todos los usuarios del bus de Barcelona y mejora la vida en la ciudad.
Drakcelona y Big Time BCN son sendas aplicaciones que muestran Barcelona bajo unos ojos distintos. En el primer caso, trazando rutas asociadas a la época gótica o la modernista, siguiendo la pista de los dragones que se encuentran por toda la ciudad (más de 500!) . En el caso de la segunda, se trata de un
Big Time BCN (El Periódico)mapa de la ciudad en el que cada edificio aparece con su año de construcción permitiendo así hacer recorridos por la historia arquitectónica de Barcelona.
Eixos.cat, como puede verse en su web, es una empresa que recoge y trata datos de ciudades para elaborar observatorios económicos de las mismas. Distribución de empresas en el territorio, comercios, locales disponibles o aparcamientos pueden aportar información a empresas que buscan una ubicación, para la definición de políticas económicas por barrios o para la promoción conjunta de núcleos comerciales con una oferta determinada.
Una decena de Ayuntamientos catalanes, entre los que se encuentra Barcelona, están a punto de publicar, cada uno de ellos, un conjunto de datos abiertos, todos bajo el mismo formato, para facilitar el desarrollo de aplicaciones que, además, sean de aplicación directa a todos los municipios acogidos al estándar común. (me reservo el enlace mientras los portales respectivos siguen en periodo de pruebas y no son públicos).
El sector de la movilidad genera también iniciativas diversas que van a modificar profundamente el transporte público. Hay distintas modalidades que combinan los coches compartidos o los coches con o sin conductor, tanto para desplazamientos metropolitanos como para viajes largos. Entre ellos encontramos Zipcar, Uber, Carpooling, Amovens o Cabify. Todos ellos utilizan las facilidades del móvil para contratar el servicio, fijar el punto de recogida, poner en contacto conductor y pasajero o pagar el servicio sin dinero.
AdoptAHydrant, web en la que los ciudadanos de Boston pueden apadrinar una boca de incendio, responsabilizándose de quitar la nieve que la haya enterrado en caso de nevada.
Are you safe, aplicación móvil que le indica al usuario el nivel de inseguridad de la zona en que se encuentra, en varias ciudades USA.
Exit strategy NYC. Aplicación para el metro de NY con prestaciones como indicar qué salida de la estación tomar en función de la dirección a la que se vaya.
How fucked is theT? Aplicación que le informa de la situación del metro de Boston.
RACC Infotransit. Aplicación que informa de la situación de carreteras y tráfico en toda Europa
Live ATC. Esta apli nos permite escuchar las conversaciones entre pilotos y torre de control del aeropuerto de nuestro interés.
Para acabar esta breve recopilación, tres experimentos llevados a cabo por el el Laboratorio de Experiencias Móviles del MIT (USA).
Youth mapping in RioYouth mapping in rio de Janeiro. Este proyecto ha permitido trazar el primer mapa de las favelas de Río de Janeiro a partir de smartphones y con la colaboración de un grupo de jóvenes de las mismas favelas. Sobre este primer mapa los habitantes están añadiendo todo tipo de información (acumulación de basuras, edificios que amenazan con hundirse o escaleras que faltan). La aplicación permite señalar la incidencia así como colgar la foto correspondiente.
RideLink. Un experimento que crea una red social para acompañar a casa a amigos que no pueden conducir tras haber estado de fiesta y consumido alcohol.
FLIPR.Es una aplicación móvil, desarrollada para un operador en Turquía, que permite plasmar la evolución de los paisajes (time-lapse). Ya sea para ver la evolución de un paisaje a lo largo del día o de un año o bien para seguir la evolución de las obras de los proyectos urbanísticos.
Como veis, ya se intuye que la tecnología que llevamos todos en el bolsillo permite una variedad de usos mucho mayor que lo que hemos sido capaces de imaginar hasta ahora. La tarea más ardua que queda por delante es la de imaginar de qué nuevas maneras podemos resolver necesidades de nuestros ciudadanos. Y para eso, lo mejor que podemos hacer desde las administraciones es ofrecer los datos públicos a la sociedsd para que sea ella la que imagine y diseñe nuevos servicios y prestaciones.
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