Majó y Castells: ¿cómo salir de la crisis?
Este pasado viernes se presentó en sociedad la nueva Sectorial de Competitividad y Empresa del PSC.En un acto al que asistieron más de 200 personas, se puso de largo esta nueva organización del partido que pretende ayuda a generar el discurso del PSC en las políticas públicas más adecuadas para ayudar a generar riqueza en el país.
El acto de presentación contó con un conferenciante ilustre, Joan Majó, ex-ministro de Industria con Felipe González y con la clausura de Antoni Castells, actual Conseller de Economía de la Generalitat de Catalunya. Ambos incidieron, lógicamente, en la situación de crisis económica y voy a relataros algunas de las ideas relevantes que nos ofrecieron
Majó se preguntó qué tipo de crisis es el que estamos sufriendo, financiera?, económica?, del sistema? Nos dió unos datos para deducir que la crisis española es distinta de la de otros países. Veamos:
a nivel global, nos dijo, los fondos propios de todos los bancos ascienden a cerca de 4 billones de euros (billones españoles, es decir, millones de millones). Hay 1 billón de hipotecas subprime (otorgadas a personas con un historial de morosidad) y otro billón a personas que, aún no teniendo un historial de morosidad, no tienen recursos para responder de la cantidad que adeudan.
La situación en España es completamente diferente. Según nos dijo, en España, los bancos apenas tienen activos tóxicos como los que acabo de mencionar. El problema español es que nuestros bancos están paralizados por el extraordinario endeudamiento del país. Veamos las cifras. El endeudamiento español asciende a 1,4 billones de euros que se reparten entre 0,7B€ de los bancos, 0,5B€ de las empresas i familias y sólo 0,2B€ del estado. Por lo tanto, el Estado está razonablemente saneado pero los bancos, las familias y las empresas están ahogados por la deuda. La conclusión es que el problema español es una crisis del modelo de desarrollo en España que es la que ha provocado esta situación de elevadísimo endeudamiento.
Y este diagnóstico es el que hace que la reactivación no pueda hacerse a la manera keynesiana clásica: inyectar fondos en la economía para generar puestos de trabajo. En nuestro caso, eso significaría dar fondos a los constructores para que mantengan los puestos de trabajo. En su lugar, hay que combinar los fondos para la reactivación de la economía con la inyección de fondos en actividades que sean motor del cambio de modelo.
Nos queda, además, el reto de hacer aflorar filones de empleo capaces de absorber el creciente número de parados que generan la construcción y la industria.
Majó ve 4 grandes líneas de desarrollo económico para el futuro:
el automóvil, que, en 10 años, no se parecerá en nada al actual, con cambios profundos en los motores, en los materiales y en la seguridad. Todos estos cambios están al alcance de nuestra tecnología actual. Es decir,podemos “inventar” nosotros esos cambios y, por supuesto, producir los nuevos vehículos.
La revolución energética y medioambiental, con campos también perfectamente asumibles por nuestros recursos tecnológicos y empresariales.
Las TIC y el mundo que van a generar, en los que quizá nos sea difícil desarrollar hardware pero sin duda podemos generar software y servicios y es éste un mundo cuyos límites son los de la imaginación.
Los servicios de atención directa a las personas: educación, salud, dependencia, turismo, ocio, ....
Para acabar el acto, el Conseller Castells nos lanzó unas cuantas ideas y pautas de actuación.
Resaltó las dos caras de la crisis: la crisis como problema y la crisis como oportunidad. Y nos dijo que sólo saldríamos de la crisis si aprovechamos ahora para reformar nuestro modelo de competitividad.
Nos dijo también que, en momentos de crisis como el actual, más vale pecar por exceso de actividad que por pasividad. Que es necesario hacer muchas cosas, intentar iniciativas distintas aunque algunas de ellas resulten fracasadas.
Nos dijo también que la crisis hace imprescindible aquéllo que en tiempo de bonanza es solamente conveniente pero que vamos dejando de lado porque lo urgente va aplazando lo importante. Ahora, lo importante es también urgente.
Para acabar, un mensaje de confianza, diciéndonos que Catalunya está en el 112% del PIB per càpita de la UE de los 15 y que, por lo tanto, nuestro punto de partida para salir de la crisis está lejos de ser de los peores y que los ciudadanos están dispuestos a aceptar sacrificios siempre que sepan adonde vamos y siempre que les presentemos una apuesta de futuro clara.
Con estas palabras se cerró una sesión esperanzadora por la participación, por los mensajes que en ella se lanzaron y por las ganas de trabajar para salir adelante que se respiraban al acabar el acto entre los participantes. ¡Enhorabuena por el estreno y mucho ánimo para el trabajo duro que queda por delante!