Para la ciudad, ¿mejor un Alcalde de derechas o de izquierdas ?
Pista: los hay buenos y malos en ambas orillas de la política
Alguno de mis lectores pensará que, con este título, me estoy metiendo en un berenjenal. Pero no os preocupéis, solo quiero dar algunas pistas para un buen liderazgo local.
En efecto, a lo largo de mi ya prolongada trayectoria en el mundo municipal, he conocido todo tipo de ciudades, dirigidas por políticos (y políticas) de todos los colores y ya os puedo adelantar una afirmación rotunda. Lo que hace de un político una buena Alcaldesa (o un buen Alcalde) no es el hecho de pertenecer a uno u otro partido político ni el ser de izquierdas o de derechas. El lector puede repasar su propia lista de buenos y malos Alcaldes/as y seguro que los encontrará de derechas y de izquierdas en ambas columnas.
¿Qué es entonces lo que hace que un Alcalde sea bueno para su ciudad?
Dejadme que, para contestar, tome un poco de perspectiva y de distancia para preguntarme ¿en qué entorno se encuentra inmersa la ciudad? Ese entorno, todos lo sabemos, es el entorno global en el que nos enfrentamos al cambio climático, al crecimiento de las desigualdades, a la transición digital, a la globalización descontrolada o a los cambios sociales además de, por supuesto, a la lucha por el desarrollo económico de cada territorio.
Para dar un poco de luz a esta situación en la que nos da, a veces, la impresión de que todo está fuera de control, me parece extraordinaria la explicación que ofreció Carlota Pérez, (@CarlotaPrzPerez, venezolana, historiadora de la economía y profesora en la London School of Economics) en la conferencia que dictó en el Drucker Forum en 2017 bajo el título de From a Casino Economy to a new Golden Age (De una Economía de Casino hacia una nueva Edad del Oro). Pérez ha estudiado la evolución de los ciclos económicos durante los últimos 240 años (desde 1771) y ha descubierto que se han producido desde entonces 4 grandes ciclos y que, desde 1971, estamos inmersos en el 5º.
Cada uno de esos ciclos ha sido provocado por la aparición de un paquete de nuevas tecnologías que han penetrado poco a poco, han ido desplazando los usos implantados y han acabado, tras provocar una profunda, y a veces violenta, crisis, transformando profundamente la vida de las personas y el funcionamiento de las sociedades. Ahora nos encontramos pues, según su análisis, en plena crisis de un nuevo cambio de época lo que significa que estamos frente a un futuro que no sabemos cómo será.
Los resultados del estudio de Carlota Pérez
Y, a pesar de que el mundo esté en crisis y a la espera de que se vayan asentando nuevos consensos globales para el cambio, a las ciudades no les queda más remedio que seguir avanzando aunque sea sin pautas claras de cómo abordar los distintos retos. Si bien es cierto que las Naciones Unidas, mediante los ODS, ayudan a definir las prioridades de ese nuevo rumbo, lo que no ofrecen son las soluciones concretas a adoptar por cada ciudad. Y qué duda cabe de que esas soluciones van a ser nuevas, distintas, incluso, en algunos casos van a tener que ser, dejadme expresarlo así, rompedoras.
El buen Alcalde, desde esta perspectiva, será aquel que, a la vez que mantiene a la ciudad en funcionamiento, sea capaz de ir transformando su realidad en línea con los nuevos retos que se van presentando. Y, regresando al título del artículo, creo que está claro que eso no es de derechas ni de izquierdas sino que lo que sí requiere el Alcalde o Alcaldesa para abordar estos retos es tener un talante progresista. Es decir, estar abierto a dar nuevas respuestas para atender a realidades cambiantes.
Por eso también creo que, en estos años de cambios acelerados, es malo para cualquier ciudad tener un Alcalde conservador; pues mientras otras ciudades se irán adaptando a las nuevas realidades e irán progresando, él mantendrá a su ciudad anclada en un mundo que ya es de ayer y hará que pierda atractivo frente a aquellas que sí estén adoptando nuevas políticas e incorporando nuevos valores. Y, por si queda alguna duda, utilizo la palabra "conservador" en el sentido de aquél que pretende seguir aplicando a la nueva realidad las mismas recetas que funcionaban 50, 30 o tan solo 10 años atrás. Y podéis creerme que hay conservadores tanto en las derechas como en las izquierdas.
Por eso, para todos aquellos que tengais elecciones municipales a la vista -en España las tenemos en mayo de este año- os recomiendo que tengais en cuenta este criterio ya sea para nombrar a los candidatos y candidatas y en el momento de depositar vuestro voto. Tomar la decisión acertada hará que vuestra ciudad encare el futuro con buenas perspectivas o que se estanque en un pasado que nunca ha de volver.