Por la paz
De verdad, no sé ya si tiene sentido que, yo también, hable sobre este tema. Pero he decidido hacerlo, aunque coincida con tantas y tantas personas, firmas reconocidas o anónimas, porque eso es un blog, el espacio personal de quien lo pulica para decir aquéllo que quiere expresar.
Es muy obvio que toda (el 99,9% de) la
población española, desea la paz y está dispuesta a aceptar muchas cosas para conseguirla. Eso incluye, estoy convencido, a la inmensa mayoría de votantes del PP y de Batasuna, las dos únicas fuerzas políticas que no han querido sumarse a las manifestaciones de ayer.
Batasuna no se sumó porque el lema de la manifestación del País Vasco era "Por la paz y el diálogo, exigimos a ETA el fin de la violencia". Supuestamente, estaban de acuerdo con pedir la paz y el diálogo, pero no se atrevieron, o no estaban de acuerdo, con pedir a ETA el fin de la violencia. Un poco incongruente. Si hacemos una lectura a lo bruto, podríamos deducir que Batasuna quiere paz y diálogo pero no le molesta que ETA sigue atentando. Curioso. Obviamente, esa no es la lectura correcta. Las cosas son más complicadas.
He estado en una estancia breve en el País Vasco y Navarra en estas fiestas navideñas. He notado un cambio notable en la calle y en los bares: la gente hablaba del terrorismo. Cuando se veían en TV imágenes del atentado y declaraciones de los políticos, la gente se pronunciaba a favor o en contra de las declaraciones de tal o cual político (de uno u otro color). Eso, creo, es una novedad en Euskadi. Y eso, creo también, es una excelente noticia para Euskadi, para España y para la paz. Da la impresión que la gente ha perdido parte del miedo que tenía y eso es bueno.
El Partido Popular no se sumó ni a la manifestación del País Vasco ni tampoco a la de Madrid que desfiló bajo el lema de "Por la Paz, la Vida, la Libertad, contra el Terrorismo". Ahí creo que no hace falta comentar mucho más. Sería bueno que el PP nos dijera, de verdad, qué quiere. La verdad es que, al final, no se puede
pensar más que lo único que les interesa es desgastar al Gobierno Central y para ello no les importa utilizar cualquier medio. Para ellos, el fin justifica los medios. En un momento, probablemente clave para avanzar hacia el fin de ETA, el PP no se plantea eso, sino que se limita a continuar en su línea de desgaste hacia el gobierno, no importándole si, con ello, puede estar animando a los asesinos de ETA a planear nuevos atentados (a la vista de que así consiguen dividir a los partidos). No parece posible ninguna otra explicación. Y más si recordamos las diversas manifestaciones contra el gobierno que ha apoyado el PP: con una parte de las víctimas del terrorismo, contra el matrimonio homosexual o contra el Estatut. Parece, pués, más importante para ellos evitar los matrimonios homosexuales o el Estatut que trabajar por la paz y contra el terrorismo.
El PNV, por su lado, sí ha hecho un paso muy importante a favor de la paz y la libertad sin matices en Euskadi. Creo que es otro de los hechos destacados que se han producido a raíz del atentado de Barajas. Todo empezó cuando Ibarretxe quiso ejercer un liderazgo mal entendido, convocando, en solitario, una manifestación bajo un lema que, además, era fácilmente interpretable como partidista. Bajo ese lema, Batasuna decidió participar, al no condenarse la violencia de ETA. Me parece que ésa no es una novedad de parte de Ibarretxe (baste recordar el "Plan Ibarretxe" y los dos niveles de ciudadanía que dibujaba). La novedad es que el PNV, con su Presidente, Josu Jon Imaz, a la cabeza, obligó a rectificar el lema de la manifestación, de acuerdo con lo que pedía el PSE, para incluir la exigencia a ETA del fin de la violencia. Con eso, la postura del PNV parece bascular definitivamente hacia la priorización absoluta de la Paz frente a cualquier otra causa política. Eso también es una muy buena noticia.
No sé cómo va a evolucionar la situación ni qué va a pasar a partir de ahora. Sí me atrevo a decir lo que yo haría. En primer lugar, consolidar, a cualquier precio, la unidad de los partidos conseguida hasta ahora. En segundo, intentar incluir al PP en esa unidad. Probablemente, la definición de un nuevo acuerdo por la paz y contra el terrorismo sea la mejor he
rramienta para eso (Rubalcaba, no te desanimes). Seguro que el PP no lo va a poner fácil, pero hay que intentar incluir en el acuerdo a esos millones de votantes del PP que quieren la paz como el que más pero que están liderados por personas que no ven más allá de sus propios intereses personales. El tercer paso, seguramente simultáneo con el anterior, es el de intentar que Batasuna haga el paso definitivo hacia la libertad (la que yo entiendo, que todo el mundo pueda pensar y expresarse sin miedo, también en Euskadi) y condene, de una vez, el terrorismo y la violencia. A alcanzar ese objetivo creo que también habrá ayudado la última barbarie cometida por ETA. El patente desprecio a Batasuna por parte de ETA al no comunicarles que iban a atentar va a hacer que la que se autodenomina "izquierda abertzale" se desmarque más pronto que tarde (nadie quiere comerse los marrones de otro si no los comparte) o pierda una parte importante de sus apoyos ciudadanos. (Por cierto, una izquierda abertzale no debería defender, si es de izquierdas, la libertad de pensamiento y expresión de todos los ciudadanos, incluso los que no piensan como ella? ¡Qué rara me suena una izquierda que no lucha por una libertad tan fundamental!).
Seguro que quedan problemas importantes por delante, pero estoy convencido que algunas de las personas que están, hoy, en sitios clave (Zapatero, Imaz, L
ópez) son capaces de conseguir hacer avanzar al país por el camino de la paz. A los demás, los que no estamos en sitios clave, nos toca apoyarles, ayudarles y alentarles a perseverar en el camino que tracen. ¡Ojalá la ofrenda floral de esta mañana en Euskadi, a la que sí ha acudido el PP, sea una señal de un cambio de actitud en el conjunto de los partidos! Por último, una frase para todos y todas: ¡El objetivo es la paz!