Propuesta para construir una Barcelona (y otras grandes ciudades) de 15 minutos (más allá de las supermanzanas)
En este artículo presento una propuesta para avanzar en el concepto de la ciudad de 15 minutos, yendo más allá de la reorganización urbanística. Una propuesta que apunta a reestructurar la ciudad en múltiples centralidades a partir de la generación de nuevas actividades económicas en aquellos barrios/distritos de los que la población se ve obligada a “emigrar” diariamente para desplazarse a su lugar de trabajo. Me apoyo en algunas experiencias de Barcelona para aportar ideas que puedan aplicarse a las grandes (> 1Mh.) ciudades iberoamericanas.
Nou Barris en Barcelona (knowingbarcelona.com)
La ciudad de 15 minutos
El concepto de “ciudad de 15 minutos” desarrollado por Carlos Moreno, urbanista asesor de Anne Hidalgo, Alcaldesa de París, ha hecho fortuna y se está discutiendo como llevarlo a la práctica en las grandes ciudades del mundo.
La idea consiste en permitir que cada ciudadano disponga, en un radio de 15', a pie o en bicicleta, de todos los servicios que necesita para su vida diaria: salud, educación, trabajo, comercio, ocio, deporte,...
Hacer realidad esta idea requiere un cambio muy notable en la distribución en la ciudad de muchos servicios y actividades y, por lo tanto, cambios que irán modificando la ciudad de forma progresiva a lo largo de los años.
La ciudad de proximidad
Otro concepto que va en la misma línea es el de “la ciudad de proximidad”.
En este sentido, Barcelona ideó, años atrás, el concepto de “supermanzanas” inspirado por la cuadrícula que la ciudad heredó del "Plà Cerdà", en el S.XIX. Las supermanzanas representan un cambio importante en la utilización del espacio urbano redirigiendo el tráfico de vehículos en algunas calles para liberar otras muchas que pasan así a crear unos espacios de proximidad más amables para el ciudadano y que permiten recuperar una “vida de barrio” tendente a mejorar las relaciones sociales y de vecindad, las condiciones de contaminación, del aire y sonora, a la vez que recuperando espacio de los vehículos para los peatones.
Queda pendiente otro aspecto que es la proximidad al puesto de trabajo. Este es un reto importante pues es responsable de la gran cantidad de desplazamientos diarios de personas que van y regresan de su trabajo produciendo una masiva pérdida de tiempo, contaminación ambiental y un elevado coste económico de los desplazamientos. Uno de las grandes causas de que se produzca esta gran cantidad de desplazamientos diarios es que se da una gran concentración de puestos de trabajo en unos pocos núcleos de actividad de la ciudad.
Una propuesta de solución
La solución a esta cuestión no pasa por intervenciones urbanísticas sino, más bien, por intervenciones en el ámbito estratégico y económico en cada uno de los barrios afectados.
Es obvio que no es posible desplazar los centros de trabajo del lugar en el que se encuentran para repartirlos por los distintos barrios de la ciudad. Lo que sí es posible hacer, además de la importante ayuda que va a representar el incremento del teletrabajo, es generar nuevos puestos de trabajo en los barrios que sufren más “emigración diaria de trabajadores”. De hecho, estos barrios actúan, en buena medida, como “barrios dormitorio” de manera similar a cómo ocurría, bastantes años atrás, con las ciudades del área metropolitana.
Esas ciudades fueron superando esta faceta tan limitante a base de ir creando actividad económica propia. Una actividad económica complementaria de la de Barcelona -en Barcelona no cabe todo- e, incluso, aprovechando la capacidad de atracción internacional de Barcelona.
Si queremos seguir avanzando en los efectos positivos del concepto de los 15 minutos, hay que trasladar a los distritos y barrios más afectados por la migración diaria de sus trabajadores la experiencia de las ciudades del Área Metropolitana de Barcelona durante los últimos decenios. Es decir, promover en ellos actividades económicas más allá de las de proximidad (comercios de barrio, peluquerías, bares,...). Para decirlo con otra imagen, cada uno de estos barrios tiene que desarrollar una actividad económica “exportadora” hacia el resto de Barcelona y más allá.
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El 22@ un precursor (aunque bastante distinto)
En Barcelona disponemos de una experiencia exitosa que se asemeja, en parte, a lo que aquí se propone hacer en diferentes barrios de la ciudad. Se trata del 22@, un barrio que concentra el grueso de las empresas tecnológicas de la ciudad.
Y, sin duda, la creación del 22@ tiene aspectos que coinciden en el objetivo de crear una nueva centralidad económica en la ciudad capaz “de exportar” su producción tanto al resto de la ciudad como, en el caso del 22@, al mundo entero.
El 22@ tiene, sin embargo, importantes aspectos diferenciales: el 22@ 1) se construyó a partir de un antiguo barrio industrial notablemente despoblado y, en buena medida, abandonado y 2) fue promovido directamente por el Ayuntamiento de la ciudad como un nuevo centro de actividad económica que la ciudad ofrece al mundo.
En cuanto a los barrios de Barcelona, estamos hablando de un enfoque diferente: 1) hablamos de barrios vivos, plenamente habitados, a los que se trata de dotar de una nueva centralidad a partir de nuevas actividades económicas y 2) el Ayuntamiento de BCN tendría que adoptar aquí un liderazgo colaborativo. Es decir, al Ayuntamiento de la ciudad le corresponde encender la mecha de ese proceso de desarrollo en cada barrio pero tiene que dejar que sea el barrio quien defina, de forma conjunta entre todos sus actores, el Proyecto de Futuro del Barrio y los pasos a dar para hacerlo realidad.
Esa segunda diferencia es determinante pues al Ayto. de BCN le corresponde un doble rol. Para iniciar ese proceso en cada barrio, debe ser el actor impulsor y dinamizador del mismo, para pasar, durante la definición y posterior despliegue del nuevo proyecto del barrio, a actuar como uno más de los actores del barrio. Para el despliegue del proyecto, y para asegurar el mantenimiento del compromiso en el tiempo de los actores del barrio, será conveniente constituir un ente al estilo de una Agencia de Desarrollo del Barrio, presidida por una autoridad política municipal pero con la implicación directa de los actores del barrio.
Los pasos a seguir
Para llevar a la práctica esta idea en una ciudad propongo los siguientes pasos:
Hacer una prueba piloto en un barrio/distrito concreto para comprobar cómo puede funcionar el concepto (identidad de barrio + generación de actividad económica “exportadora” asociada a alguna especialización del barrio). La metodología a aplicar sería la que ya aplico en ciudades intermedias pues las dinámicas entre los actores locales serán comparables a los de esas ciudades. (El lector puede descubrir en detalle esa metodología y los conceptos en que se basa en mi último libro "Desarrollo Local y Territorial, una guía para políticos y técnicos"). Esta fase piloto serviría de aprendizaje para sistematizar los procesos de los siguientes barrios/distritos.
A continuación se deberán definir:
en qué distritos/barrios de la capital se aplicará esta política sin descartar otras posibilidades como, por ejemplo, territorios fronterizos entre Barcelona y municipios limítrofes.
el modelo de gobernanza a aplicar para el despliegue del Proyecto de Futuro del Barrio.
Para cada barrio que haya sido seleccionado, habrá que:
impulsar su proceso de definición de estrategia (proyecto de futuro del barrio/distrito)
constituir la Agencia de Desarrollo del Barrio/Distrito
poner en marcha el despliegue de su Plan de Futuro
La metodología a aplicar permitirá que, en ese Plan de Barrio, aparezcan proyectos de responsabilidad del Ayuntamiento así como otros de iniciativa de los actores locales y, probablemente, otros de posibles empresas o emprendedores que apuesten por instalarse en ese barrio por la nueva especialidad que irá desarrollando.
Los plazos necesarios para arrancar el proyecto
La definición participativa del Proyecto de Futuro del Barrio/distrito a cargo de los actores y ciudadanos del barrio y su aprobación por la ciudadnía puede llevarse a cabo razonablemente en un plazo de 6 meses. Se trata de un documento de 10 a 15 páginas que traza las grandes líneas y los grandes objetivos del barrio para su transformación.
Después seguirá una etapa que verá, simultáneamente, 1) la puesta en marcha de algunos de los proyectos de ejecución más directa y 2) la definición de detalle de distintos planes sectoriales o proyectos (económico, social, ambiental, digital, movilidad, urbanístico,...) que requieran de esa elaboración.
Los resultados de este proceso en el barrio se irán produciendo a lo largo de años y décadas. Aún así, algunos de los efectos esperables -un nuevo orgullo de barrio o el compromiso de los actores locales con el desarrollo del barrio y las colaboraciones que se deriven de ello, por ejemplo-, se podrán producir en el muy corto plazo así como una diversidad de proyectos que surgirán de los actores locales y que serán de su iniciativa.
Los resultados esperables
Avanzar de forma efectiva hacia una nueva ciudad del S.XXI (ciudad de 15 minutos, ciudad de proximidad)
Mejorar significativamente la calidad de vida y el orgullo de barrio de los ciudadanos de los barrios implicados
Generar nuevas sinergias entre actores del barrio que tendrán, ahora, un proyecto común a construir con las aportaciones de todos
Generar nuevas actividades que creen una nueva centralidad de Barcelona en ese barrio
Mejorar significativamente la movilidad en la ciudad, reduciendo emisiones, otorgando más tiempo diario a cada ciudadano, reduciendo gastos en transporte público y haciendo una ciudad más amable y acogedora.
Una mejora de la percepción de la atención del Gobierno Municipal hacia los barrios
Mantener y potenciar el liderazgo internacional de BCN como ciudad innovadora y moderna entre las grandes ciudades del mundo.
Y probablemente otros que el lector podrá añadir