Región, Provincias y Plan de Desarrollo Regional
En el verano pasado impartí un taller para la Mancomunidad del Norte del Ecuador. Se trata de la asociación de las 4 Provincias del Norte del país con el objetivo de iniciar el camino de la creación de una nueva región. El objetivo era el de alinear los objetivos y las voluntades de las personas que piensan y planifican el desarrollo de cada una de las cuatro provincias que conforman esa región ecuatoriana (Carchi, Esmeraldas, Imbabura y Sucumbíos). A partir de esa experiencia me atrevo a presentaros unas reflexiones acerca de este proceso de confluencia de las 4 entidades provinciales.
El punto de partida en ese momento era el siguiente:
El mapa de las Provincias de Ecuador
las regiones en Ecuador han sido creadas por ley (2011) si bien, a día de hoy, todavía no han cobrado vida propia
las autoridades de las 4 provincias de la que será la Región Norte han decidido avanzar en el proceso de constitución de su Región
para ello, constituyeron, como paso previo, la Mancomunidad del Norte del Ecuador con el objetivo de empezar a hacer un camino común. Estamos hablando de una región con una extensión de 43.000Km2 y con 1,2M de habitantes que abarca Costa, Sierra y Amazonia.
La Presidencia de la Mancomunidad es ostentada, de forma rotatoria, por los Prefectos de cada Provincia en turnos anuales.
han dotado a esa Mancomunidad de una estructura, inicialmente modesta, para explorar el camino y para empezar a realizar actividades comunes. Esa estructura está apoyada, cada año, por técnicos provinientes de la Provincia que ostenta la Presidencia en ese año.
ya han elaborado algunos trabajos de planificación en común y una de las consecuencias que han extraído es que les falta algo: necesitan una base común de trabajo que les permita avanzar como región superando los intereses particulares de cada provincia
en esa tesitura es cuando me llega la solicitud de colaborar con la Mancomunidad al objetivo de generar esa base común que les permita avanzar de forma más sólida.
La propuesta
Por mi parte, les respondo proponiendo un taller de capacitación y concienciación mediante el que les pueda transmitir ideas acerca de una estrategia común y que, a la vez, les ayude a pasar de un enfoque de planeación de sus provincias a un enfoque de región sin renunciar, por supuesto, a los intereses de cada una de las provincias que representan. En definitiva, a sumar los 4 equipos provinciales para avanzar hacia un nuevo equipo regional.
Y ese taller es el que celebramos los días 10 y 11 de septiembre pasado con una veintena de técnicos de distintos ámbitos (planeación territorial, turismo, desarrollo productivo, medio ambiente, participación, servicios jurídicos,...) de las 4 provincias.
El taller
Aplicando mi método para la definición de un Plan de Futuro para la Región, la veintena de participantes fue avanzando mediante trabajos en grupos -en cada uno de los que, por supuesto, se mezclaban especialistas de las 4 provincias- y posterior debate en plenario en las sucesivas etapas del trabajo. Así, fueron definiendo los activos diferenciadores de la región, una posible visión de futuro de la misma y la enumeración de los proyectos clave a desarrollar, finalizando con una exposición y debate sobre una posible estructura de gobernanza capaz de liderar, coordinar y asegurar la evolución del proyecto regional a lo largo de los años.
El resultado
Sin trabajar más que durante dos días consecutivos, los resultados fueron muy estimulantes para todos.
A pesar de que las 4 provincias son muy distintas (o, quizás, gracias a eso) y ofrecen entre todas una gran diversidad de recursos (de la costa a la selva y a la sierra, del oro al petróleo, de la agricultura a la ciencia, su posición fronteriza con Colombia, una biodiversidad extremadamente diversa,...) se alcanzó con relativa facilidad un punto de encuentro.
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Ese puento de encuentro a través del que pueden construir una identidad común que vaya mucho más allá de la región y que desborde, incluso los límites del país, es el potencial turístico en el que pueden presentar una oferta integral: cultural, de playa, de naturaleza, de termalismo, de gastronomía, rural y también urbano.Un polo de atracción capaz de generar una amplísima variedad de ofertas extraordinariamente atractivas individualmente pero que, sumadas, representan una oferta difícilmente superable.
El descubrimiento de que la suma de los recursos de cada provincia a los de las demás les permitía elaborar una oferta tan potente fue un momento importante.
En ese momento, cada uno de los participantes empezó a imaginarse como miembro de una región, una nueva identidad que era mucho más potente que la provincia con cuya perspectiva había entrado al taller.
Tras ese momento, el siguiente paso en el que empezamos fue en qué proyectos eran importantes para construir esa nueva oferta regional conjunta. Ese trabajo fue mucho más diverso pues, en efecto, construir una oferta turística regional requiere trabajar en múltiples ámbitos.
(blog.espol.edu.ec)
Por supuesto, apareció la necesidad de mejora de la infraestructura regional de comunicación para que permita llegar a todos los puntos de interés. También, el acondicionamiento de los distintos lugares, ya sean naturales, arqueológicos, históricos o, simplemente, zonas de ocio. Les siguen la infraestructura de alojamiento -ya sean hoteles o alojamientos rurales- y la capacitación de los trabajadores que va a requerir esa nueva industria -hoteles, restaurantes, cocineros, camareros, taxistas, guías, etc.-. Surgieron también las mejoras de las infraestructuras básicas -agua, saneamiento, telecomunicaciones,... -, la de las capacidades de producción agropecuaria y la de la seguridad.
Vale la pena hacer constar que, en esa reflexión conjunta, surgieron tanto proyectos de ámbito regional como proyectos del ámbito de las distintas provincias.
Conclusiones
Este tránsito del enfoque provincial al regional por parte del conjunto de participantes tuvo una serie de efectos muy positivos:
crea una identidad territorial,
avanza hacia la integración de las 4 provincias en una única entidad, la región, que aparece como la única capaz de aportar la suma de recursos necesaria para construir esa oferta turística cuyo proyecto no existía apenas unas horas antes del taller. Dicho de otra forma, para construir esta nueva realidad de futuro definida por los participantes, las 4 provincias son necesarias y necesitan asociarse pues cada una de ellas aporta activos valiosos a la misma
el hecho de que las 4 provincias se sumen alrededor de un proyecto compartido, multiplica las posibilidades del territorio de conseguir recursos tanto ante su gobierno nacional como ante instituciones multilaterales. Esto es así puesto que la institución financiadora ve que los recursos que aporte tienen la máxima probabilidad de ser rentables para el territorio al conocerse de antemano a qué parte se van a dedicar de un plan integral coherente y previamente aprobado por todos.
cada una de las provincias tiene mucho a ganar si el proyecto común sale adelante puesto que la nueva unión le aportará recursos que, por sí sola, no habría sido capaz de atraer
y ello no impide que aquellas provincias que dispongan de recursos adicionales al proyecto común puedan seguir explotándolos y beneficiándose de ellos. Es decir, la colaboración con la mancomunidad no limita la autonomía de cada provincia para desarrollar las políticas que considere fuera del ámbito de los acuerdos alcanzados con el resto de las provincias.
la definición de esa perspectiva común permite garantizar que los avances de cada provincia confluyen con el trabajo de las demás y van a reforzar el potencial de la región
permite planificar un desarrollo equilibrado de las 4 provincias al poder repartir las inversiones en el tiempo y en el territorio de forma que se asegure el desarrollo efectivo de cada provincia
el lector queda invitado a aportar en forma de comentario otros beneficios que crea que van a surgir de un enfoque como este.