UE, Innovación y ciudad
Hace unos días, El Periódico publicó la noticia de que “La UE insta a España a utilizar las ayudas para la innovación”. La Unión Europea quiere asegurarse de que España, que va a ser el segundo país que más dinero reciba de los fondos regionales europeos -un total de 35.216,99M€ entre 2007 y 2013-, invierta esos recursos en innovación, tecnología y mejora de la competitividad. En efecto, el dinero invertido en innovación y tecnología tiene un efecto multiplicador que no tienen los recursos dedicados a infrastructuras.
Es por eso que la UE exige que, por lo menos el 60% de los fondos para las regiones pobres se dediquen a proyectos de investigación y desarrollo, competitividad, modernización del tejido económico y creación de ocupación. En el caso de las regiones ricas, como Catalunya, la exigencia alcanza a que sea el 75% de los fondos el que se dedique a estas finalidades.
La información viene a cuento porque esas cantidades muy importantes de recursos alcanzan para abordar estos conceptos a todos los niveles del país: el nivel estatal (por ejemplo, con los grandes proyectos al estilo del Programa Ingenio 2010,de I+D que impliquen grupos de empresas y centros tecnológicos para desarrollar tecnología conjuntamente), el nivel regional o autonómico (por ejemplo, con el desarrollo de las redes de innovación y transferencia tecnológica del CIDEM) y también el nivel local o comarcal.
Para que haya recursos que lleguen directamente a este último nivel, es imprescindible que seamos nosotros, desde los municipios, los que seamos capaces de articular planes coherentes de desarrollo tecnológico y de la innovación en nuestro tejido empresarial y educativo. Seguro que las agencias regionales y estatales de desarrollo estarán abiertas a aportar recursos al nivel local. Pero su mayor dificultad está en conseguir que se les presenten proyectos de futuro, como decimos en catalán, "con cara y ojos", es decir, coherentes con el tamaño y las posibilidades del solicitante, coherente también con su tradición así como con sus recursos de generación y transferencia de conocimiento.
Repito que estamos hablando de los programas de la Unión Europea para el periodo 2007-2013. Por lo tanto, estamos a tiempo, pero hay que ponerse a diseñar el futuro posible para cada uno de nuestros pueblos y ciudades si queremos hacerlo realidad apoyándonos en los recursos que nos vengan de Europa.
Debemos, todos, ponernos a diseñar nuestro Plan de Innovación Local como punto de partida imprescindible para construir el futuro. El Plan nos debe permitir, durante su elaboración, contar con la implicación de los agentes locales (tecnológicos, educativos, empresariales y sociales). Posteriormente, una vez acabado, será la tarjeta de presentación de la ciudad para solicitar ayudas para proyectos concretos y, asímismo, para conseguir complicidades europeas (una de las fuentes de recursos más importantes que nos va a quedar van a ser los proyectos europeos desarrollados conjuntamente con ciudades de otros países).
En Manresa hicimos nuestro plan -que hemos llamado MIC, Manresa Innovación y Conocimiento- durante 2005. En un próximo mensaje os hablaré sobre él, no sólo de sus conclusiones que quizá sean lo menos relevante para cualquier lector que no sea de Manresa, sino, sobre todo, del proceso que seguimos paa desarrollarlo, de lo que hemos conseguido con él, de lo que hemos aprendido y también, dónde estamos ahora y cómo estamos desarrollándolo, es decir, cómo estamos pasando del estudio a la realidad. Hasta pronto.