...y lo que oí (en el Smart City Expo World Congress 2015)
En mi post de hace unas semanas os contaba lo que había visto en la feria del SCEWC 15. Hoy os comento las ideas más interesantes que recogí del Congreso celebrado en paralelo a la feria.
En el SCEWC de 2014, me sorprendió positivamente ver como muchos ponentes ponían el acento en las personas por encima de la tecnología. Ése fue el cambio que ví en 2014. Un
cambio muy significativo en que la Smart City empezaba a plantearse la necesidad de situar al ciudadano en el centro del concepto Smart City.
En esta edición de 2015, el mensaje de la importancia de las personas y su implicación se repite una y otra vez. Lo ha asumido todo el mundo... pero apenas se presentan realidades concretas y mucho menos hay soluciones "enlatadas". Es obvio que la respuesta a cómo implicar a los ciudadanos en la gestión de la ciudad no es sencilla porque las personas, sus opiniones y sus reacciones difícilmente pueden automatizarse pero la sensación que he obtenido es que estamos "navegando" sin saber demasiado cómo vamos a abordar este tema que, por otra parte, reconocemos como crucial.
No obstante, no todo debe ser crítica negativa o pesimismo. En efecto, se están poniendo en marcha experiencias en todo el mundo -eso es indudable según las ponencias a las que he asistido-, cada una en un entorno distinto y con distintos elementos y recursos, si bien todavía nos encontramos en el proceso de desarrollo de esas experiencias de forma que es pronto para ver resultados.
Lo que sigue son algunas de las soluciones y de los enfoques concretos más interesantes que se expusieron en el SCEWC por ciudades de todo el mundo. Queda pendiente, sin duda, una labor de estructuración y sistematización de esas ideas para ir encontrando una vía a la "Smart City de las Personas". Pero para ello creo que necesitamos más tiempo, más experiencias y, por supuesto, más errores y más éxitos con los que conseguir alcanzar conclusiones válidas y aprendizajes consolidados.
Vivian Balakrishnan, Ministra para la Iniciativa Smart City del Gobierno de Singapur, nos dijo que no se trata de tecnología, sino de gente. En efecto, afirmó que la desigualdad creciente es consecuencia de la tecnología que destruye tanto el trabajo como el valor del empleo de las clases medias y que la gente quiere mejores servicios y mejor calidad de vida; no, más tecnología.
Aisha Bin Bishr, Directora de la Task Force para la Iniciativa Smart Dubai, dijo que la Smart City no
Aisha Bin Bishres algo nuevo puesto que las ciudades siempre han sido inteligentes. La ciudad siempre ha sido el lugar en el que la gente ha buscado mejores servicios y mejor calidad de vida.
En la sesión titulada Thinking Strategically for urban development, emergió una coincidencia en varios de los ponentes consistente en utilizar el concepto de "reto" o "competición" para avanzar hacia nuevas ideas. Así ocurre en Barcelona, Helsinki y Sheffield que utilizan diferentes formas de una misma idea.
El BCN Open Challenge representa un cambio en la forma de comprar. El Ayuntamiento ha identificado 6 retos que necesitan solución. A partir de ellos, lanza la siguiente llamada: ¿eres una compañia innovadora? ¡Queremos trabajar contigo!.
Helsinki presenta H loves developers (Helsinki ama a los desarrolladores). Dev.hel.fi. Se trata de una iniciativa que, a partir del portal de datos abiertos de la ciudad, propone a los desarrolladores aportar soluciones a necesidades de la ciudad así como a participar en las decisiones.
Sheffield tiene su Smart lab sheffield, una competición basada en un reto. Se trata de buscar respuestas sostenibles a problemas como ayudar a las personas a vivir independientemente. Vale la pena mencionar la larga trayectoria innovadora de la ciudad (tienen el club más antiguo del mundo 1857, allí se inventó el acero inox y tienen el parque de manufactura avanzada más avanzado tecnológicamente del mundo).
Otro dato interesante que aportó la ponencia de Helsinki en cuanto a transparencia es que ofrecen todos los datos abiertos. Cualquier ciudadano puede explorar si ha habido una cena y lo que ha costado. Piensan que, solo por abrir los datos al público, y porque alguien puede estar mirando, la ciudad ahorra un 1%.
Al inicio del segundo día Beth Simone Noveck, directora del Governance Lab, dedicado a investigar cómo mejorar la gobernanza a partir de las tecnologías, presentó una ponencia bajo el título "Smart citizens, smarter cities".
Su principal reflexión fue que lo importante no son los datos ni la tecnología ni las plataformas sino
Beth Simone Noveck que son las personas. Por eso insistió en que hay que invertir en personas con talento (smart people) y no solo, en smart businesses.
Nos lanzó una serie de iniciativas ejemplificadoras de ello: la aplicación de posicionamiento waze, que se apoya en la información que dan los usuarios, los fab labs de Barcelona, la nueva propuesta de Mozilla, Open Badges, que propone otorgar reconocimiento a las personas por sus capacidades.
Propuso crear un "tinder" para el gobierno que permitiría encontrar el conocimiento o la experiencia existente en la organizació. LinkedIn es un primer paso, dijo, pero hay que avanzar en el aspecto de conectar las personas de una organización por su conocimiento.
En esa misma línea de buscar el talento citó el Wisdom Bank, de Gales, UK, la red Network Of Innovators, dedicada a poner en contacto personas que comparten intereses a partir de sus competencias (con página en español), Sao Paulo aberta, Madame la maire j'ai une idée (Señora Alcaldesa, tengo una idea), de París, la propuesta de Quito de solicitar ayuda a expertos del mundo para responder a una posible erupción del volcán Cotopaxi, the-govlab.forms.fm/cotopaxi,
Otro enfoque posible sería localizar a las personas capaces de atender un ataque cardiaco de forma que pudiéramos avisar a los más próximos en el momento en que se dé un caso.
Para cualquier iniciativa y sus resultados, una condición clave es poner en contacto a la gente con los datos.
A continuación pude asistir a una sesión sobre Datos y Reto Social en que la intervención de la ciudad de Gent (Bélgica) resultó llena de propuestas interesantes.
De entrada afirmaron, respecto al Open Data, que no era cierto que se iban a generar M€ con solo abrir los datos al público.
De su experiencia, nos dijo que una audiencia privilegiada para los datos abiertos son.....los usuarios internos del Ayuntamiento! Ellos son los primeros usuariosde los datos de otros departamentos.
El éxito del Open Data reside en la función de Community Management. Debe ser una función a dedicación completa. Y ¿debe centrarse en la administración o en la sociedad? En algún punto entre los dos ámbitos.
Es necesario dinamizar continuamente los datos y la actividad a su alrededor.
Sobre la necesidad de publicar mejores datos, afirmaron que el Open Data se ha transformado en Gestión de Datos porque es necesario encontrar los datos interesantes, elaborar datos, difundir el conocimiento de los datos disponibles, alinear la estrategia con los sistemas de información y los procesos,...
Los datos se abrieron incialmente para que se desarrollaran apps. Pero ésa no es la realidad del valor de los datos. Los datos abiertos sirven para empoderar a los ciudadanos a encontrar soluciones a sus problemas, para que los "ciudadanos inteligentes" puedan tomar decisiones acertadas o para la cocreación de políticas públicas.
Lo último que están desarrollando en Gante es una biblioteca abierta: con datos, servicios (préstamo...) y processs (catálogo,....). Por ejemplo, dispondrá de un servicio para encontrar, mediante una red social ad hoc, un libro que está prestado, y otras ideas.
Miguel Treviño, de Nuevo León, México, opinó que los procesos participativos se detonan cuando
Monterrey, Nuevo León, Méxicohay alguna condición para ello. En el caso de su ciudad, fue el miedo a la violencia callejera. Se lanzó la iniciativa «¿Alcalde, cómo vamos?» cuyos objetivos eran promover actuaciones para luchar contra la violencia desde 43 asociaciones civiles. Se derivó un proceso de inclusión porque, mediante el miedo, se sentaron a la misma mesa organizaciones que nunca antes lo habían hecho. Organizaciones empresariales colaboraron con entidades defensoras de los homosexuales o contra la violencia de género....
Su corolario es que no es un cambio de conciencia el que consigue que la sociedad empiece a trabajar sino que, más bien, es al revés. La aparición de un problema genera un movimiento que puede generar cohesión e inclusión. Propugnó ser «cazadores de coyunturas» para impulsar la participación.
Algunas conclusiones que me permito enunciar a partir de las distintas experiencias:
No diseñar propuestas desde el gobierno sino extraer ideas de la sociedad.
Las soluciones pueden ser buenas para unos colectivos pero no, para otros.
Estamos aprendiendo sobre la marcha y, además, cada entorno es distinto: distintos retos/problemas y distintas soluciones. Incluso el mismo problema puede tener soluciones muy distintas en función de la realidad de cada lugar. Por eso es necesario monitorizar los resultados y, en función de ello, modificar las soluciones.
Un enfoque adecuado podría tener los siguientes pasos:
Definir el problema o la prioridad (función de los políticos más la población?)
Encontrar posibles soluciones (función de los técnicos especialistas más la población?)
Implementarlas y ponerlas en práctica (administración y sociedad)
Monitotizar y comprobar éxito y modificación/adaptación de las soluciones (también conjuntamente)
Hasta aquí las ideas que recogí en este SCEWC 2015 y quedo a la espera de la edición de 2016 que, probablemente, nos pueda aportar avances importantes en los conceptos y los enfoques.
(Recuerda que en un post anterior puedes encontrar los productos más interesantes que descubrí en la Expo).